Hoy vamos a compartir con vosotros algunas claves que pueden ayudarte en la retirada del pañal en niños con autismo. Es importante remarcar que el control de esfínteres es un proceso madurativo y fisiológico que no depende de nosotros y en el que no debemos intervenir decidiendo cuándo es el mejor momento.

Las principales dificultades que presenta la retirada del pañal en niños con autismo vienen dadas por sus particularidades en el procesamiento sensorial, las dificultades en las funciones ejecutivas y en su comprensión del entorno. Por tanto, para estos niños este proceso madurativo de controlar el pipi y la caca puede llevar más tiempo, lo cual requiere de paciencia y constancia.

Hay dos cosas que NO se debe hacer cuando no se consigue la respuesta adecuada:

  • Dejarle sentado en el WC hasta que haga. Esto no ayuda a reconocer cuando tienen ganas de hacer pipí/caca.
  • Desesperarnos, gritarles o reñirles cuando hay algún escape o accidente. Cambia y limpia a tu peque sin darle importancia. Recuerda que estamos acompañándole en un proceso evolutivo.

Ahora bien, es importante estar muy atentos a las señales que muestran que tu pequeño está listo para dejar el pañal, como:

  • El niño moja cada vez menos el pañal. Eso significa que aguanta más tiempo por lo que está controlando.
  • El niño dice (o comunica) “pipi/caca” cuando se lo acaba de hacer. Eso es un indicador de interiorización, reconoce o tiene conciencia del pañal sucio.
  • Quiere que le quites el pañal si esta mojado, incluso tira de él para quitárselo por sí mismo

¿Pero qué pasa si tu niño parece tener miedo el cuarto de baño?

Recomendamos 5 pasos para poder abordar este asunto. Aparte de anticipar la acción de manera visual:

  1. Intentar que haga pipi o caca en el pañal, pero dentro del cuarto de baño
  2. Intentar luego sentarle en el inodoro con la tapa bajada, mientras sigue llevando el pañal
  3. Sentarlo después con la tapa levantada y sin vestir, pero con el pañal
  4. Finalmente, ponerlo sin pañal primero unos segundos que se irán ampliando progresivamente.

Una vez observamos que el niño está listo se puede comenzar con el proceso. Y para ello, expondremos algunas estrategias:

  • Crear un ambiente preparado, adecuando el mobiliario a su altura.
  • Es recomendable usar ropa cómoda y fácil de quitar y poner con el fin de fomentar su autonomía
  • Establecer una rutina: hacer pipí al levantarse, después de las comidas, o justo antes de acostarse; siempre en los mismos momentos, pero sin forzarle
  • Usar canciones, juegos y libros de esta temática pueden ayudar a que sea más divertido
  • Hay que felicitar al niño por sus logros sin establecer un sistema de premios ni castigos. Para tu pequeño será satisfactorio conseguir pequeños éxitos sin necesidad de premios adicionales que puedan confundirle o frustrarle si no lo consigue.
  • Implicarle en todo el proceso: usar el papel higiénico o toallita húmeda, tirar de la cadena, lavarse las manos; esto ayuda a reforzar su autoestima y autonomía.
  • Llevar un registro diario (cuántas veces va al baño, a que hora está más receptivo, etc.), para tener un mejor control y así obtener mayor éxito en el desempeño de la actividad.

El verano es buena época para acompañar a tu hijo durante este proceso. ¿Por qué en verano? El mejor momento para la retirada del pañal lo marca el niño, pero sí es cierto que el calor te ayudará a ti a llevarlo mejor, ya que es más fácil de mantener limpio y seco al peque (y a su entorno), en caso de accidentes.

En conclusión, el hecho de ir al baño y de la retirada del pañal en niños con autismo es un proceso confuso cuyo entrenamiento hay que prolongar todo el tiempo que sea necesario, porque no siempre más rápido significa mejor y es más importante mantenerlo motivado que lograr un éxito instantáneo.

¡Mucho ánimo y armaros de paciencia!

Andrea Pérez, es Terapeuta Ocupacional en Red Cenit Valencia