En anteriores artículos hemos hablado de cómo favorecer el buen desarrollo de la Integración Sensorial en cada una de las etapas del desarrollo de los más pequeños y no hay mejor aliado para conseguirlo que:  ¡una buena mecedora!

Las mecedoras son un elemento que no debe faltar en ninguna casa, y no hay mejor momento para conseguir una que ahora, que se acerca el momento de escribir la carta a los Reyes Magos.

Todos los años en Navidad los niños reciben, si han sido buenos, montones de juguetes, la mayoría de ellos, con los que muchas veces no juegan. Este año pueden recibir un regalo diferente con el que puede disfrutar toda la familia. Las mecedoras, además de ser un elemento decorativo para la casa, van a ayudar a los más pequeños y a los no tan pequeños, a desarrollar su Integración Sensorial.

¿Pero, como sabemos si nuestros hijos necesitan una mecedora?

El primer paso que debemos seguir es consultar con un Terapeuta Ocupacional que realizará una evaluación específica para determinar las características sensoriales del niño.

Tras la evaluación, los Terapeutas Ocupacionales elaborarán una dieta sensorial que se ajuste a las características de cada niño, donde se planteen una serie de actividades sensoriales que les ayuden a favorecer el desarrollo de su Integración Sensorial.

¿Cómo puede ayudar una mecedora a mi hijo?

En muchas ocasiones notamos como aumenta el nivel de alerta de los niños; como se sienten desbordados por todos los estímulos que le llegan a diario, tanto del entorno, como de su propio cuerpo, y que no son capaces de procesar de manera adecuada.

Los movimientos lineales y rítmicos pueden ayudarles a bajar su nivel de alerta, y para ello podemos utilizar columpios, hamacas o mecedoras.

Los niños pueden sentarse en la mecedora y balancearse de forma lenta y rítmica, o pueden hacerlo sentados sobre nuestro regazo.

Debido al poco espacio de las casas, no siempre es fácil introducir un columpio o una hamaca pero, para tener una mecedora no necesitamos de un espacio muy amplio ni de unas instalaciones concretas.

¿Dónde puedo conseguir una mecedora?

Las mecedoras no son difíciles  de encontrar. En tiendas de muebles como IKEA, disponen de modelos específicos para niños, pero, debemos tener en cuenta su tamaño y que en este tipo de mecedoras no puede sentarse un adulto.

En Internet encontramos gran variedad de modelos y de precios que se adaptaran a las necesidades de cada familia.

Aquí os adjuntamos algunos ejemplos:

https://www.westwing.es/mecedoras/

http://www.ikea.com/es/es/catalog/products/S69090475/

http://www.mecedoras.es

http://www.solostocks.com/venta-productos/mecedora_b

Recordad, que también podéis preguntar a la familia y/o amigos, ya que muchas personas disponen de mecedoras que no están utilizando y que pueden servirles a vuestros hijos.

Puri, mama de Miguel Ángel, uno de los niños que acude cada semana a Red Cenit, nos cuenta que ha significado incorporar una mecedora a sus vidas:

Miguel Ángel necesita moverse casi todo el rato. No era capaz ni de ver un ratito una película sentado. Cuando se ponía nervioso o estaba saturado teníamos que salir a los columpios del parque; hasta que un día descubrimos la mecedora. Compramos una, y fue capaz de ver la tele sentado y balenceándose durante bastante tiempo. Además, cuando se satura, se sienta en ella y se regula. 

Tenemos que tener en cuenta que las mecedoras son solo estrategias que pueden ayudar a los más pequeños a mantener un nivel de alerta óptimo, pero también es necesario complementar estas estrategias con la intervención basada en el enfoque de la Integración Sensorial, ofrecida por profesionales especializados, como las Terapeuta Ocupacionales que formamos parte del equipo de Red Cenit.

Las mecedoras no solo ayudan a los mas pequeños a regularse, muchas veces los adultos también necesitamos nuestro momento de «vuelta a la calma», y no hay mejor aliado que una mecedora.

Ya solo queda escribir la carta a los Reyes Magos para informarles del regalo que este año esperáis recibir.

Miriam Badia, Terapeuta ocupacional de Red Cenit