Cualquier padre que tenga hijos con trastorno del procesamiento sensorial (TPS) sabe que dormir puede ser una tarea desafiante. Y cuando eres padre de un niño con necesidades especiales, es especialmente importante el descanso que nos proporciona el sueño.

Si su hijo no es capaz de expresar cuáles son sus problemas de sueño, debe tratar de identificarlos ¿Hay algún tipo de ruido que pueda estar molestándolo? ¿Las sábanas son ásperas? ¿Están las paredes pintadas de un color brillante o hay demasiado desorden en la habitación? ¿Cómo es la temperatura en la habitación? ¿Hay algún olor fuerte?

Los niños con TPS son muy sensibles a este tipo de cosas, por lo que intentar ponerse en su lugar puede ayudar a determinar algunos de los problemas y ayudar a dormir a niños con trastorno del procesamiento sensorial


Sensibilidad auditiva

El sueño de alguno de nuestros hijos puede verse afectado debido a su extrema sensibilidad auditiva, lo que le dificulta para conciliar el sueño si hay algún ruido, como, por ejemplo, el de los padres viendo la televisión.

Una sencilla solución para ayudar a dormir a niños con trastorno del procesamiento sensorial podría ser usar auriculares con cancelación del ruido, como este que os dejo a continuación.

Cascos
Puede que nuestro hijo no sea tan sensible, pero necesite tener sonido de fondo para dormir. Para este caso podría ser aconsejable el uso de una máquina de sonidos de relajación para el sueño como esta:

sonidos relajantes

Propiocepción (Presión Profunda)

Nuestro hijo podría tener dificultades para calmarse a la hora de acostarse. Para estos casos una manta pesada podría ser la solución. Otra opción podría ser el uso de sábanas elásticas o de licra que proporcionan un efecto similar a la manta pesada:

Los abrazos de oso  o masajes con presión profunda antes de acostarse también pueden ayudar a dormir a niños con trastorno del procesamiento sensorial para proporcionarles esa estimulación propioceptiva.

Problemas con la luminosidad de la habitación

Algunos niños necesitan que esté la habitación completamente a oscuras para quedarse dormidos, mientras que otros necesitan tener una luz nocturna. En estos casos es una buena idea usar una luz nocturna regulable porque de esa manera, pueden adaptarse a la cantidad de luz con la que se sientan cómodos.

 

Para concluir, es importante recordar que hay que asegurarse de ofrecer a tu hijo una variedad de actividades sensoriales a lo largo del día. Satisfacer las necesidades sensoriales de tu hijo tendrá un importante impacto positivo en su capacidad para quedarse dormido por la noche.

Daniel Badiella, es terapeuta ocupacional en Red Cenit